Esta intervención consiste en la instalación de una chapa curvada de revestimiento exterior adicional sobre la cubierta original, con el objetivo principal de proporcionar un cierre estanco y económico en cubiertas que presenten problemas de filtraciones o corrosión. Además, permite incorporar aislamiento térmico intermedio cuando el existente es insuficiente o inexistente. La curvatura de la chapa grecada se consigue mediante embuticiones equidistantes que, a modo de pequeños pliegues, le confieren la forma deseada.
La chapa curvada de revestimiento exterior deberá cumplir con las exigencias mecánicas establecidas en el proyecto y garantizar la estanqueidad frente al agua. Esta chapa se instalará sobre una serie de perfiles separadores, habitualmente metálicos conformados en frío, distanciados entre 1,50 y 3 metros.
Los perfiles más adecuados para esta solución de rehabilitación son los perfiles INCO 30.5 Curvado, INCO 44.4 Curvado e INCO 70.4 Curvado.



























