Este sistema se compone de una chapa grecada de revestimiento exterior, que actúa como elemento de estanqueidad, y de una chapa de soporte interior, que desempeña la función resistente. Ambas se fijan entre sí mediante un perfil separador, que garantiza la distancia adecuada para alojar el aislamiento. Esta solución proporciona un cierre estanco en construcciones que requieren acondicionamiento térmico en el interior.

La chapa exterior deberá cumplir con las exigencias mecánicas establecidas en el proyecto y garantizar la estanqueidad frente al agua. La chapa interior funcionará como soporte estructural conforme a los requisitos mecánicos definidos. Esta se instala sobre una estructura secundaria, normalmente compuesta por correas metálicas, de hormigón o madera, separadas entre 1,50 y 3 metros. Los perfiles más adecuados para esta solución son INCO 30.4 Cubierta, INCO 30.5 Cubierta e INCO 44.4 Cubierta.

Mejora acústica

En recintos donde se requiera mejorar el confort acústico, puede emplearse chapa grecada microperforada como soporte interior, incrementando la absorción acústica de la cubierta. Las perforaciones pueden realizarse en las almas —en perfiles de gran canto— o en toda la superficie —en perfiles de canto reducido—. Habitualmente se utiliza perforado tipo R5T8 para almas y tipo R3T6 para perforado integral.