Burkina Faso avanza en la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de Ouagadougou-Donsin, una infraestructura estratégica concebida no solo para mejorar la conectividad aérea del país, sino también para reforzar sus capacidades de defensa. Ubicado a unos 35 kilómetros al noreste de la capital, el aeropuerto se desarrollará sobre una superficie de 4.400 hectáreas e incluirá instalaciones como una terminal de pasajeros, un pabellón presidencial, áreas logísticas, un museo y, de manera destacada, una base militar. Con una capacidad proyectada para un millón de pasajeros anuales, se estima que la obra esté finalizada en 2025, habiendo alcanzado ya un 92% de avance. El proyecto es gestionado mediante una concesión de 30 años con participación de inversores europeos, lo que pone de manifiesto su importancia tanto a nivel nacional como internacional.
Las cubiertas han sido ejecutadas empleando el sistema de cubierta curvada autoportante de tipo simple, una solución técnica que destaca por su eficiencia y funcionalidad en proyectos de gran envergadura. En esta ocasión, se ha utilizado el perfil INCO 70.4 curvado, capaz de cubrir luces de hasta 8,10 metros sin necesidad de apoyos intermedios, lo que permite optimizar tanto el diseño arquitectónico como la funcionalidad del espacio interior.
Entre las principales ventajas de este sistema se encuentran la notable rapidez en su instalación —lo que reduce significativamente los tiempos de ejecución en obra—, así como su excelente comportamiento mecánico, ofreciendo una resistencia estructural frente a sobrecarga. Además, al resolverse la bóveda con una única pieza continua, se elimina la necesidad de solapes o juntas, lo cual garantiza una estanqueidad total frente a la lluvia y otros agentes climáticos, mejorando la durabilidad y el rendimiento energético del edificio. Este tipo de solución resulta especialmente indicada para naves industriales, logísticas o espacios que requieran una cobertura eficaz, duradera y de rápida ejecución.



























